lunes, 21 de junio de 2010

LA DESCOMPOSICIÓN GENERALIZADA DEL PAIS







  • EL HIT PARADE DEL CINISMO Y EL DESCARO






  • LOS STRIKES DE CHAVEZ





Más indignante e incompresible que los tres millones dólares perdidos en comidas descompuesta, es el cinismo con el que este gobierno ha asumido el tema ante la opinión pública.





A más de un mes del bochornoso e indignante hallazgo de casi cien mil toneladas de alimentos importados en estado de descomposición, el pueblo venezolano sigue a la espera de una respuesta inteligente por parte del gobierno.





El silencio cómplice de la Asamblea Nacional igualmente sorprende, nuestros diputados han sido incapaces de ordenar una averiguación, ni siquiera se han pronunciado para condenar el oprobioso descubrimiento. ¿Cómo que con Manuel Rosales se pronunciaron inmediatamente sin esperar ni siquiera ordenar una averiguación?





Por el contrario, lo que sí ha estado a la luz del día es un insultante cinismo que cada vez aumenta más, al extremo de tener que llegar a oir al Ministro Rafael Ramírez decir que el responsable de los alimentos descompuestos es el sector privado, Fedecámaras y Empresas Polar. Pudiéramos hacer la lista del hit parade en la respuestas más irresponsable, y que usted, amable lector las ordene como le parezca. Acá vamos:






  1. El cinismo de Virginia Mares, ex-presidenta de Pdval quien afirmó que los alimentos no estaban descompuestos si no vencidos.

  2. El desespero del presidente Chávez, que se encadena todos los días -hasta de dos veces por jornada- y habla de todo, canta, recita, declama, actúa pero no dice nada sobre el tema de los alimentos descompuestos, de sus responsables y las sanciones.

  3. La Asamblea Nacional, que ha esquivado el tema y se ha hecho la loca con la consiguiente y necesaria investigación del affaire pdval-mercal-cadivi.

  4. El Vice Presidente Elías Jaua, que con evidente incomodidad anuncia medidas en materia económica sin pronunciarse en absoluto para ello.

  5. El Ministro Ramírez, que tras un largo e inexplicable silencio finalmente salió y no se le ocurrió otra brillante salida que echarle la culpa al sector privado.
  6. El silencio anodino de la oposición venezolana, concretamente en la fulana Mesa de la Unidad.


Califique usted amigo lector, el orden de nuestro hit parade, que mide la desgracia, el cinismo de nuestros gobernantes.



LOS STRIKES DE CHAVEZ





Un definitivo y gran strike del presidente, que desde luego quedará en la inteligencia del lector evaluar y calificar, es su desesperado esfuerzo por mostrar anaqueles abastecidos en la red de mercados y supermercados expropiados que ahoran son socialistas y oficiales.



Todos los productos que allí muestran, son importados, comprados a empresarios de Argentina, Brasil, Chile y hasta de Ecuador. Nada de esos productos que las cámara muestran se produce en el país, todo es importado, comprado en el exterior con dólares de cadivi.



¿Dónde queda la soberanía aliementaria? ¿Cómo que este gobierno sí negocia con los empresarios de otros países y no con los nuestros?



El gran strike de nuestro presidente está en que con esa importación de alimentos comprados con dólares cadivi, él favorece al gran apitalismo internacional, se hace cómplice de los empresarios argentinos, brasileños y pare usted de contar. Comemos gracias al capitalismo existente en el continente, para desgracia de Chávez, pues la comida que Venezuela compra no es precisamente cubana, ni siquiera china, es de economías prósperas y capitalistas que aún sobreviven en la región, pese a la fuerte inversión de petrodólares que para quebrarla invierte el gobierno bolivariano de venezuela.

Y ya cayendo en la jocosidad, un strike en la mejor estirpe rosaliana, es decir, de Manuel Rosales, cometido por nuestro ilustrado presidente Chávez, fue el de hace casi quince días, cuando en ese desepero llamado cadenas nacionales dijo que una vaca paría todos los meses. Es más, la pregunta que Chávez le formuló -en cadena nacional- al humilde trabajador del agro fue: "¿Cuánta veces pare una vaca al mes?" y ante el rostro de desconcierto del pobre trabajador inmediatamente Chávez reformuló la pregunta por "¿Las vacas paren todos los meses , no?" Desde luego, la corrección a semejante metida de pata presidencial, venida de la boca de ese humilde y valiente campesino, fue todo un poema. "Señor presidente nuestra vacas, como todas las vacas, paren una sola vez al año". Ninguno de los ministro se hubiera atrevido a tal valentía, a corregir en cámaras a Chávez. El campensino sí lo hizo. Solo espero no lo hayan botado, no le hayan cobrado alto el atrevimiento, y que el préstamo o la chambita que le habían prometido finalmente se la den.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En casi todas partes de Venezuela se ha encontrado alimentos descompuestos o vencidos. ¿Sera que los Trujillanos tuvieron la suerte que no les trajeran comida mala? o ¿sera mas bien que, a aqui casi nadie se atreve a denunciar algo en contra del gobierno?