lunes, 31 de mayo de 2010




*LA LECCION DE LA ELECCION COLOMBIANA



*LA POPULARIDAD DE CHAVEZ Y EL ARTE POPULAR



*LOS STRIKES DE CHAVEZ







Mediaciones en línea estrena hoy nuevo formato en la presentación de sus textos, en el cual abordaremos varios tema en cápsulas informativas.

ARTE POPULAR Y POLITICA

Podemos medir el descenso de la popularidad del presidente Hugo Chávez a través de las piezas integrantes de la muestra de la décima bienal de arte popular Salvador Valero, evento de confrotación plástica célebre en el país por la amplitud en la recepción de piezas sin aplicar criterios de selección, y en donde, después de 1992, el fenómeno Chávez ha ocupado espacio importante en el imaginario de la creación popular. A diferencia de otros años, en esta edición, que recogió la nada insignificante cifra de 914 obras, ya la imagen de Chávez no estuvo presente como en otras ocasiones. En un primer recorrido, que desde luego no incluyó la totalidad de la muestra, notamos con asombro que en muy pocas obras Chávez forma parte del tema de creación. En la ya tradicional sección dedicada al tema de Bolívar -fuerte fuente de inspiración en el imaginario popular- vimos solo una pieza dedicada al Padre de la Patria, al Che y -desde luego- a Chávez!. Pero apenas uno, entre tantos. Llegué a pensar, a partir de lo que el tema Chávez se estaba convirtiendo para el arte popular, que el Museo Salvado Valero se vería forzado a abrir una sección dedicada al comandante, tal como ocurre con Bolívar. Debemos recordar que el marco de celebración de la Décima Bienal de Arte Popular Salvador Valero estuvo enmarcada en la celebración bicentenaria, tema que obliga o facilita involucrar a Chávez como motivo de inspiración plástica. Al respecto es preciso aclarar que leímos y vimos en varios carteles y promociones que la invitación estaba centrada en la celebración de los 200 años de la firma del Decreto de Guerra a Muerte. He allí un pequeño "pelón" histórico, pues una cosa es el inicio de la gesta independestita de 1810, y otra la firma del Decreto de Guerra a Muerte, que si mal no recuedo se firmó en 1813. De cualquier forma, si la idea era rescatar todo lo que significó nuestra gesta independentista, bien hubieran incluido allí la firma de armisticio o Regularización de la Guerra, ya que ello va más en sintonía con nuestra Ciudad de la Paz y con la necesidad de los venezolanos de convivir en armonía.


Desde acá nuestra felicitación a la profesora Carmen Araujo, directora del Museo Salvador Valero, y a todo su equipo de entusiastas colaboradores por trabajar con ahínco y esfuerzo, venciendo miles de trabas presupuestarias y de apatía burocrática, para así poder finalmente presentar la muestra a todo el colectivo nacional.


LA LECCION DE LA ELECCIÓN COLOMBIANA


A las siete de la noche hora de Colombia, la Registraduría Nacional del Estado Civil, ente encargado de los comicios electorales, ya había informado al país, con el 99,5% de la actas escrutadas, los dos candidatos victoriosos que pasaron a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales. Pero previo a ello, ya a las cinco de la tarde de la hora de Colombia, ya la Registraduría Nacional del estado Civil tenía el 83% de las actas escrutadas y con una tendencia irreversible en la contundente victoria de Juan Manuel Santos; en unas elecciones que en defenitiva fueron las más seguras y tranquilas de toda la historia política contemporánea de Colombia. No hubo candidatos secuestrados ni asesinados, no hubo atentado contra la vida de ninguna figura política, no hubo coches bombas, no hubo oleoductos dinamitados ni actos terroristas que pusieran en riesgo el proceso. Hubo sí, una alta participación ciudadana, y un insignificante incidente a la puerta del comando de campaña de uno de los candidatos, perpetrado cuando todo el país sabía que él se encontraba en otra ciudad en actividades de campaña. ¿dónde está la lección? Que Colombia no tiene los tecnicismos electorales que alardeamos los venezolanos, que en Colombia el voto sigue siendo manual, que en Colombia no existe un Poder Electoral ni siquiera un ente específico para ello sino que el proceso depende de la misma oficina gubernamental que ve de cédulas y actas de nacimientos. Eso sí, fíjese en el nombre del ente: REGISTRADURIA NACIONAL DEL ESTADO CIVIL, un proceso que en su totalidad es de los civiles, de la ciudadanía. He allí la lección que Colombia da a sus hermanos país, en especial Venezuela, que invierte en materia electoral el triple del presupuesto que gastan los neogranadinos.


Evidentemente esa seguridad fue la que votó el colombiano. Gracias a las políticas en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo Colombia es una nación más próspera, es decir, ha mejorado sustancialmente su calidad de vida, aun cuando queden muchos aspectos sociales que afrontar. En el gobierno de Uribe Velez, los colombianos tienen varios años cerrando el ejercicio fiscal con una inflación del 2%, cuando en cambio, los venezolanos cerramos con 30% de inflación.


LOS STRIKES DE CHAVEZ


Creo que en las próximas entregas vamos a abrir una sección fija bajo este título para comentar los "pelones" del presidente, sus frecuentes y evidentes contradicciones que luego él mismo trata de enmendar inutilmente. Y la primera muestra de sus strikes, fue la bravata que armó tras el anuncio del Banco Central que nuestra economía descendió violentamente casi un 6%, luego de haber reportado en años consecutivos incrementos sustanciales con respecto a otras naciones del continente.

Quiso justificar ese descenso brusco argumentando que ello era la prueba fehaciente de la muerte del capitalismo, que lo que estaba en descenso era el capitalismo. Olvida Chávez que es el mismo índice o indicador que midió el crecimiento de nuestra actividad económica y que él mismo celebró en esa ocasión pues era un triunfo de la revolución socialista. Ahora el mismo sistema de medición dice que hay retroceso y entonces ahora viene a tratar de presentarlo como un fracaso del capitalismo. Poco tardó Chávez en darse cuenta de su metida de pata. Ayer en su Aló Presidente dominical, le dio otra lectura al asunto, lo explicó desde otro lado, se olvidó del fracaso capitalista y salió con otra excusa; y es que alguién tuvo que hacerlo entrar en razón, en demostrarle que su barrabasada no tuvo límites y resulta incongruente un argumento de esa naturaleza.